
Como apoyar al hijo deportista
1 Septiembre 2025
Consultas al Doctor
Ver a un hijo avanzar en el deporte es motivo de orgullo para cualquier padre. No solo por las medallas o los goles, sino porque el deporte forma parte de su crecimiento físico, emocional y social. Sin embargo, es fundamental que el apoyo familiar no dependa de los resultados: lo más valioso es acompañar de forma incondicional, valorando a la persona por encima del rendimiento.
¿Los padres pueden ser un obstáculo?
Sí, cuando el deseo de ayudar se transforma en presión. Por ejemplo:
- Un hijo sobreprotegido puede no aprender a esforzarse ni a tolerar la frustración.
- Un hijo exigido más allá de sus capacidades puede sentirse frustrado, ansioso o inseguro.
Ambos extremos son contraproducentes. El rol de los padres debe ser el de guía y sostén, no el de entrenador ni juez.
Muchos padres, con buenas intenciones, proyectan en sus hijos sus propios sueños no cumplidos. Esto puede generar presión innecesaria, especialmente cuando los niños destacan desde edades tempranas.
Frases como "vos tenés que ser el mejor" o "no podés fallar" generan ansiedad, miedo al fracaso y pérdida de autoestima si no se cumplen las expectativas.
Establecer límites sanos
El deporte es importante, pero también lo son la escuela, los amigos, el descanso y el juego libre. Evitar que el deporte ocupe todo el tiempo y todas las conversaciones en casa ayuda a mantener el entusiasmo y a preservar una vida equilibrada. El exceso, incluso en lo positivo, puede agotar.
Una actitud serena, alentadora y respetuosa fortalece al niño deportista. Es importante que los padres:
- No conviertan el deporte en una obligación
- No hagan del rendimiento un motivo de valoración personal
- Fomenten el disfrute, el compromiso y el juego limpio
El deporte debe ser una fuente de alegría y formación, no de tensión.
El verdadero legado: los valores
El mayor regalo que puede dejar el deporte en un niño no es una copa, sino los valores que se cultivan con el tiempo: Compromiso, respeto, perseverancia, responsabilidad y trabajo en equipo.
Los padres deben enfocarse en reforzar estos valores, acompañando con empatía lo que realmente apasiona al niño, sin imponer ni dirigir desde la frustración adulta.
Apoyar a un hijo deportista es aprender a estar, escuchar y motivar... sin presionar. Es elegir ser un sostén, no una carga.