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4 Tips para ganarle a la hormona del hambre

La hormona ghrelina cumple un rol clave en la regulación del apetito. Se produce en el estómago y envía señales al cerebro que estimulan el deseo de comer, por lo que se la conoce como la hormona del hambre.

En personas con obesidad, la ghrelina puede mantenerse activa incluso después de haber perdido peso, lo que dificulta sostener los resultados. Su influencia en el desarrollo de la obesidad ha sido ampliamente documentada.

A continuación, se presentan cuatro estrategias prácticas para regular su impacto y evitar el aumento de peso:

1- Busque acompañamiento profesional

Contar con el seguimiento de un nutricionista es fundamental para evitar conductas de riesgo, como el efecto rebote tras una pérdida de peso.
El asesoramiento personalizado le permitirá identificar patrones de hambre vinculados a la ghrelina y desarrollar herramientas para gestionarlos con éxito.

2- Coma con atención plena

Una de las claves para mejorar la relación con la comida es comer con tranquilidad.
Deténgase a saborear cada bocado, sin distracciones como pantallas o tareas paralelas.
Disfrutar el momento de la comida le ayudará a reconocer mejor las señales de saciedad y evitar excesos.

3- Sea más inteligente que el hambre

• Planificar sus menús semanales le permitirá mantener una alimentación equilibrada y evitar decisiones impulsivas.
• Al ir al supermercado, hágalo después de comer y con una lista definida.
• La compra online puede ser una aliada eficaz para evitar tentaciones y mantener el foco en sus objetivos.

4- Mejore su descanso

No siempre el aumento de peso se debe a comer en exceso o a la falta de ejercicio. El insomnio y la mala calidad del sueño pueden alterar el metabolismo y favorecer el aumento de peso.

• Mejorar el descanso puede ayudarle a perder entre 1 y 2 kilos.
• Incorporar técnicas de relajación también mejora su salud general y su relación con la comida.

La ghrelina no puede eliminarse, pero sí regularse con hábitos conscientes y sostenibles. Con acompañamiento profesional y decisiones cotidianas bien orientadas, es posible mantener un peso saludable y una relación equilibrada con el cuerpo.